Jonathan Olvera//La Noticia de Tlaxcala
Tlaxcala, Tlax., 30 de marzo. En una noche llena de emociones y giros inesperados, los Coyotes de Tlaxcala demostraron que no hay presa demasiado grande cuando el hambre de victoria es insaciable. Tras verse en desventaja 0-2 ante los Dorados de Sinaloa, los astutos caninos protagonizaron una remontada digna de una película de acción, culminando con un electrizante 3-2 que hizo vibrar hasta al más estoico aficionado en el Estadio Tlahuicole.
La velada comenzó con los Dorados nadando a sus anchas en territorio tlaxcalteca. Al minuto 38, Carlos Galicia lanzó un tiro libre tan preciso que ni el más ágil de los coyotes hubiera podido detenerlo, colocando el 0-1 en el marcador. Poco después, al 43’, Leo Vargas amplió la ventaja para los sinaloenses, dejando a la manada local con el agua hasta el cuello.
Pero si algo caracteriza a los coyotes, es su astucia y resistencia. Justo antes del descanso, Diego Aguilar encendió la chispa de la esperanza con un tiro libre magistral que dejó petrificado al arquero visitante. Con el 1-2 y el aullido de la afición resonando en el Tlahuicole, los locales se fueron al vestidor con la mirada fija en la presa.
La segunda mitad fue un festín para los Coyotes. Al minuto 69, Miguel Pedroza se elevó como si tuviera alas y, con un cabezazo letal, igualó la contienda. La cacería culminó al 84’, cuando Cristian González desató el delirio colectivo con un disparo desde fuera del área que se incrustó en las redes, sellando la remontada y dejando a los Dorados varados en la orilla de la desesperación.
Con esta victoria, los Coyotes de Tlaxcala no solo rompen una racha de empates en casa, sino que también reavivan sus aspiraciones en el Clausura 2025 de la Liga de Expansión MX. Por su parte, los Dorados de Sinaloa ven cómo sus posibilidades de clasificación se desvanecen, quedando virtualmente eliminados del torneo.
Sin duda, una noche donde los aullidos de victoria resonaron más fuerte que nunca en el corazón de Tlaxcala.